lunes, 17 de diciembre de 2012

LA FONOLOGÍA

La conciencia fonológica es el conocimiento metalingüístico que consiste en tener conciencia de que las palabras se componen de unidades menores segmentables e intercambiables, a cada una de las cuales les corresponde un fonema y sonido de la lengua, y en tener la capacidad para establecer la correspondiente relación entre grafías y unidades fónicas. Para que el niño la adquiera es recomendable que desde su Educación Infantil trabaje con rimas y sílabas (que es la unidad fónica más fácil de identificar), para pasar después al conocimiento de fonemas (que tienen un mayor nivel de abstracción). Llamamos lector competente a aquel que controla el proceso de lectura, actualizando sus conocimientos previos para interactuar con las informaciones ofrecidas por el texto. Además, cuenta con suficientes estrategias y las sabe adecuar en función de la intencionalidad de su lectura, con el fin de interpretar y comprender el texto correctamente. Aquella persona que no podría caracterizarse como un lector competente basaría sus resúmenes en la acumulación de información en una lista, suprimen lo que les parece importante y copian el resto, y seleccionan la información muy influidos por la colocación de la misma en el texto. Tiene dos factores: 1) La intención de la lectura. La intencionalidad con la que hacemos la lectura definen en última instancia las estrategias que el lector tiene que actualizar para alcanzar con éxito un compresión del texto, ya que determinan la velocidad lectora y las estrategias que tiene que poner en práctica. Cantón diferencia los tipos de lectura según la finalidad que persiga el lector al enfrentarse a ella: leer para aprender, disfrutar, explorar, leer por leer o leer para crear. En cambio, Foucambert, distingue los tipos de lectura según l actitud mostrada por el lector y el modo en que la realiza: lectura silenciosa, selectiva, exploratoria, lenta e informativa. 2) Los conocimientos aportados por el lector: de la situación comunicativa, sobre el texto escrito (paralingüística, relación grafofónicas, morfológicas, sintácticas, semánticas y textuales) y sobre el mundo. En las estrategias para la competencia lectora podemos incluir la percepción visual, la memoria a corto y largo plazo, la formulación de hipótesis, la lectura rápida y atenta, la inferencia (predecir o suponer lo que dice el texto), la obtención de ideas principales, la estructura y forma del texto, leer entre líneas y la comprobación de hipótesis (autoevaluación para comprobar si el texto se ha entendido de forma correcta. Se pueden conocer algunos métodos de carácter general para el desarrollo de la comprensión y competencia lectora: - que el alumno comprenda el valor de la lengua escrita como un medio de comunicación. - los textos con los que se inicien los niños deben ser completos, breves, motivadores y próximos a sus intereses, además de adecuados para su edad. - Para las actividades de comprensión lectora es importante el uso de formas gráficas: subrayado, paréntesis, colores… - la lectura debe llevar un orden progresivo: lectura silenciosa – reflexiva individual - colectiva. En cuanto a los recursos, pueden ser muy variados ya que dependen de las características propias de cada texto. Entre ellos podemos encontrar: los textos literarios, informativos, publicitarios, administrativos, creados por los propios alumnos…

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